miércoles, enero 4

CONCEPTO DE DIVERSIDAD


CONCEPTO DE DIVERSIDAD

Por/ Luis Emilio Brito Arias

Introducción

     La diversidad de los alumnos en las escuelas secundarias coloca muchas veces a los docentes en situaciones difíciles ya que existen diferentes tipos de diversidades  y algunas de ellas necesitan de mayor atención pedagógica, aunque en ningún momento se debe obviar las demás, es importante señalar que al existir también diferentes tipos de inteligencias hay que trabajar estrategias fuertes, para satisfacer las necesidades educativas de todos los alumnos de los centros educativos, en consecuencia debemos decir que si los docentes no se preparan lo suficiente para enfrentar la realidad de las escuelas secundarias, no se lograran los objetivos primarios de educar con calidad y significado.

     Con este artículo nos queda claro, que la diversidad es sinónimo de diferencia entre supuestos iguales, y utilizo la palabra "supuestos iguales", ya que en mi humilde opinión la igualdad no existe, pueden existir cosas o tratos parecidos pero nunca habrán cosas o tratos interpersonales iguales, inclusive entre estudiantes y maestros de las mismas etnias, o religión, etc., se puede observar como existen preferencias entre algunos y otros.

     Pienso que se debe promover la igualdad de condiciones como un valor a conseguir, pero no creo que hasta el momento hayamos logrado mucho en ese sentido, hace falta sensibilizar más la sociedad para lograr mejores resultados.

     Resultados que al final del bachillerato se conviertan en aprendizajes de calidad para que así, esos futuros profesionales o futuros trabajadores sociales sean personas sensibles a aquellos que por alguna razón son más diferentes, para no utilizar una de esas palabras que se quiere sacar del vocabulario de la gente.

 A) ¿Qué significado se atribuye al vocablo "diversidad"?

Según,  diccionario de la Real Academia Española (1974) dice así: "Variedad, desemejanza, diferencia". Sin embargo, definición tan escueta no aporta gran cosa en relación al tema (Trens 2003:85).

 

     La autora  señala  que si ha recurrido al RAE  porque es un término que adopta diferentes connotaciones según quién lo utiliza, el marco o contexto en el que se inscribe y la intencionalidad perseguida.

 

     Tan es así que se reconoce que es un principio cargado de ideología, un concepto ideológico y que tiene la textura de los pantanos (Sáez Carreras, 1997: 20, citado por Trens, Trens 2003:85).

      Resulta curiosa esta metáfora del pantano ya que parece indicar un mensaje de peligro. Otra metáfora sorprendente, que hemos encontrado, referida a la diversidad es la que la identifica con una pastilla de jabón: intentas agarrarla y se te escurre de las manos (Kershner y Miles, 1998: 29, citado por Trens, Trens 2003:85).

 

 

     La autora de esta investigación  identifica la diversidad con sujetos especiales; de modo coloquial se refieren a la diversidad "por arriba" y "por abajo" para expresar la existencia de algunos alumnos que sobresalen por sus extraordinarias capacidades (y/o precocidad en el desarrollo y/o un ritmo rápido de trabajo) y, otros que presentan discapacidades de variada índole y origen, así como con consecuencias distintas para su educación y aprendizaje.

     Ella entiende que ello responde, sobretodo, a un eufemismo porque no se quiere emplear términos como 'deficiente', 'minusválido', 'discapacitado' y otros sinónimos que se han devaluado y han ido cargándose de sentido peyorativo que, además, tampoco describen lo esencial del trastorno, expresando mediante estos vocablos, características y situaciones extremadamente heterogéneas.

Lo que es especial; simplemente, llamar la atención acerca de que, todavía, está extendida esta creencia que tan nefastas consecuencias ha dejado en la educación de muchos niños y adolescentes a quienes se ha ido marginando, quizás tras el escudo de que necesitaban "Educación Especial". Además, esa denominación está poniendo de manifiesto una concepción selectiva de la educación, en cuanto que sólo unos necesitan educación especial, los demás, educación "a secas".

 

 

Su  pensamiento se encuentra en sintonía con el manifestado por Garanto Alós cuando afirma lo siguiente:

 

     El concepto de diversidad... acoge múltiples realidades sin hacer referencia al déficit y sí a la originalidad e idiosincrasia de cada uno con sus potencialidades y carencias, con rasgos característicos que le hacen ser único e irrepetible.

 Todo ello en su conjunto y conjugado de una forma original hace del sujeto un ser irrepetible y por lo tanto, hace que responda de una forma propia " (Garanto, 1994: 19, citado por Trens,  2003:87).

 

B) ¿Cuáles son las manifestaciones de la diversidad?

      Ceñiremos nuestra respuesta al alumnado de Educación Secundaria Obligatoria.

Como se sabe, se encuentran en plena adolescencia. Precisamente cuando las tensiones, contradicciones y crisis inherentes a ese periodo evolutivo suponen que, en sí, cada sujeto está sometido a presiones internas y externas que hacen especialmente difícil y delicado el trato y la comunicación con ellos (Ibídem).

 

      Por consiguiente, se puede interpretar que los alumnos adolescentes, de por sí, están ya sometidos a una variabilidad en sus estados de ánimo, intereses, motivaciones, expectativas cambiantes... por la inseguridad inherente a la adolescencia: Toda una muestra de diversidad intra-individual.

 

     

      Este desarrollo no se produce siempre al mismo ritmo, ni afecta siempre a todas las capacidades o limitaciones, sino que hay épocas de la vida en que unos factores crecen mientras otros se aletargan (Albericio, 1991: 25, citado por Trens,  2003:88).

 

       Se trata, en fin, de reconocer una relativa heterocronía en el desarrollo, que representa un rasgo de la idiosincrasia personal.

    

        Habrá que reconocer la existencia de alumnos de muy diferentes capacidades y potenciales de aprendizaje, algunos de ellos con talento extraordinario; alumnos con una variada gama de actitudes hacia la vida académica e intereses y expectativas muy diversos; estudiantes procedentes de distintas nacionalidades, culturas, ambientes familiares y lenguas, de distintas

Etnias.

 

     Muñoz y Maruny (1993), parafraseando a Stephen W. Hawking, dicen que todos somos especiales, todos somos diferentes (Ibídem).

 

     Sin embargo, entendemos que no debe interpretarse la diversidad del alumnado en clave, única ni preferentemente, de dificultades de aprendizaje, sino como diferencias individuales (en motivaciones, intereses, expectativas, estilos de aprendizaje, rasgos de personalidad, etc.) que es imprescindible tener en cuenta para lograr hacer efectivo el proceso de enseñanza y prendizaje.

 

     Compartimos la interpretación de Muñoz y Maruny (1993: 13, citado por Trens, Trens 2003: 89) que describen los siguientes ámbitos de diversidad: de ideas, experiencias y actitudes previas; de estilos de aprendizaje; de ritmos; de intereses, motivaciones y expectativas ante el aprendizaje escolar; de capacidades y de ritmos de desarrollo.

 

      Un documento del Gobierno Vasco sobre el tema (1997, citado por Trens, Trens 2003: 89) plantea las manifestaciones de la diversidad del alumnado como general y específica.

 

      Entre las primeras, concreta la: Diversidad de estilos de aprendizaje, de relaciones de comunicación, de niveles de autonomía, de autoconcepto, de tipos de escolarización y aprendizajes previos,... de desarrollo de habilidades sociales, de culturas, de referencia social y económica, etc. (Gobierno Vasco, 1997: 10, citado por Trens,  2003:89).

 

         

          Por consiguiente, todas estas fuentes de diversidad representan para el profesorado la necesidad de tenerlas muy en cuenta en su quehacer educativo cotidiano. Por tanto, nos planteamos la cuestión que desarrollamos en el siguiente punto.

 

     C) La diversidad del alumnado: ¿ocasiona problemas al profesorado?

 

     No obstante lo anterior es conveniente enumerar, aunque sea someramente, las circunstancias que pueden aumentar o hacer más complicada la problemática de la diversidad, sin referir posibles causas.

 

     Describiremos, en primer lugar, la presencia en las aulas de alumnos desmotivados para todo lo relacionado con la vida estudiantil y las exigencias académicas; aquellos alumnos que no esperan ya prácticamente ninguna oportunidad de promoción personal ni social de la vida académica probablemente arrastrando un historial continuo y extenso de fracaso escolar , Trens,  2003: 90).

 

      En segundo lugar, hay que mencionar la posible presencia de alumnos procedentes de diversas nacionalidades y/o que pertenecen a minorías sociales, étnicas y culturales diferentes, es decir, la "diversidad en su expresión multicultural", como la denomina P. Martín (1996: 22, citado por Trens,  2003: 91); bien sea como consecuencia de la mayor movilidad de la población ocasionada por la creación del espacio común europeo; bien sean hijos de inmigrantes que huyen de condiciones de vida adversas en busca de un futuro mejor en la opulenta Europa, procedentes tanto de la Europa del este, como del norte de África y sur del Sahara, así como del sur y centro de América. En estos casos, la problemática se complica cuando la lengua, la religión, las costumbres de procedencia son abiertamente distintos y hasta opuestos a la de los profesores; más todavía, cuando a ese factor de 'extranjería' se añade la pobreza.

 

            Respecto al enfoque de la educación que requieren las minorías étnicas marginadas, compartimos las reflexiones de San Román (1998: 88, citado por Trens,  2003:91) cuando afirma lo siguiente:

 

     La perspectiva socioeducativa de la que hablo se ha de asentar en el reconocimiento pleno y sincero del derecho a la diferencia de todos y cada uno de los pueblos, en la convicción de que

es justamente la presencia de variadísimas culturas en el mundo lo que da fundamento a la idea de pluriculturalidad... En este sentido amplio, la escuela debería ser pluricultural siempre, porque siempre ha de ser una ventana abierta al mundo y al entorno.

      Situación muy distinta la constituye la de los hijos de profesionales liberales que debido a la posibilidad de ejercer la profesión en cualquier país europeo, se desplazan a España; sin embargo, es muy probable que una vez asentados en nuestro país se integren en una clase social media alta o alta, con lo que la problemática de este tipo de alumnos será radicalmente diferente a la de los alumnos anteriormente descritos, aunque también, esa diversidad haya de tenerse en cuenta y deba ser convenientemente atendida.

     Otra posible situación a tener en cuenta en los centros escolares consiste en la heterogeneidad inherente a los grupos-aula de alumnos "aparentemente homogéneos". Diversas capacidades, diferentes intereses, variados ritmos de aprendizaje que, además, no se desarrollan a una velocidad uniforme, ambientes familiares distintos, tanto por su nivel socio-cultural y económico como por el clima afectivo y de estimulación vivida en el seno familiar, generan una especie de cóctel que representa una notable diversidad.

 

      Si a ello añadimos la consideración de la inteligencia, no como algo unitario sino múltiple, tal como la enfocan Álvarez y Soler (1996: 17-23, citando a Gardner, 1993, citado por Trens,  2003: 92), que reconocen hasta siete clases de inteligencia, la cosa se complica. Estas siete inteligencias son las siguientes: la lingüística, la lógico-matemática, la espacial, la musical, la cinético-corporal o motora, la interpersonal o de ajuste social, y la intrapersonal o de ajuste emocional. Pues bien, la particular combinación de todos estos tipos de inteligencia en cada persona puede dar lugar a múltiples combinaciones y, por lo tanto, he ahí otra fuente de diversidad a tener en cuenta desde la educación.

     

     

          D) ¿Existe algún riesgo de que la diversidad se convierta en desigualdad?

Evidentemente, sí.

     Cuando la diversidad de origen individual o social afecta negativamente al rendimiento en la escuela, la diferencia se convierte, académicamente hablando, en desventaja y, socialmente, en

desigualdad (Escudero et al, 1997: 32, citado por Trens,  2003: 93).

 

 

      Se sabe que la "desigualdad" deriva del establecimiento de jerarquías entre las personas por razones de estatus, riqueza y poder (sea social, político, cultural o de cualquier otra naturaleza). Por tanto, esta desigualdad, en casos, puede dar lugar al racismo y, más que al racismo, a la aporofobia.

 

     La educación nunca deberá convertirse en cómplice de fuerzas sociales generadoras de desigualdad, sino todo lo contrario. Deberá intentar conseguir que, mediante el adecuado tratamiento de las diferencias individuales y sociales, todos y cada uno de los jóvenes de un país tenga el mejor proyecto vital que pueda conseguir.

 

      EN CONCLUSIÓN:

 

      Reconocemos que, de modo acrítico, entre algunos docentes, puede haber quien interpreta la diversidad en clave de dos grupos de alumnos: los "diversos" y los "no diversos", siendo los primeros los que necesitarán medidas de atención a la diversidad; también se les ha llamado "alumnos de integración". Esta concepción suele ser manifestación de una interpretación selectiva de la diversidad, frente a otra más comprensiva, más inclusiva.

 

     Conviene aclarar cuál es nuestra perspectiva acerca de esta realidad.

     Entendemos la diversidad como una característica de todo ser humano.

En consecuencia, todos los estudiantes son "diversos" por naturaleza y, por tanto, la diversidad se manifiesta, de modo general, en todos y cada uno (Ibídem).

 

     Así mismo, consideramos que la diversidad puede ser un factor de enriquecimiento del conjunto del grupo al que pertenecen; siempre, claro está que se den unas mínimas condiciones contextuales para que se produzca la interacción enriquecedora para todos: grupos reducidos, disponiendo de suficientes y adecuados apoyos, con una buena formación inicial y oportunidades de formación permanente, respaldados por un Departamento de Orientación, etc.

     Consideramos que mediante la educación en la diversidad, los adolescentes pueden vivir excelentes oportunidades para descubrir y practicar el valor del respeto a todo ser humano, independientemente de su aspecto físico, su capacidad o discapacidad, sus costumbres, su lengua, sus vestidos, etc. Así mismo entendemos que, de este modo, los estudiantes pueden aprender a cooperar, a descubrir que todos somos necesarios, que en ocasiones pueden experimentar el placer de poder ayudar a otro y, en otras, ser uno mismo el que pide ayuda (Ibídem).

 

     Hasta aquí, por tanto, nuestra interpretación de qué es la diversidad y cómo se manifiesta.

Bibliografía

María A. Jiménez Trens  (2003). El profesorado de la educación secundaria ante la diversidad del alumnado en la etapa obligatoria, UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, formato digital recuperado el 17 de noviembre 2011: http://eprints.ucm.es/tesis/edu/ucm-t26875.pdf


 

www.gasparensealdia.com
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