Por/ Dr. Luis E. Brito
Una comunicadora le pregunta a @Leonel Fernández ¿Qué puede
hacer RD para ayudar a Haití? El líder le contesta “La #RD. sola no puede hacer
mucho, sin embargo, si unimos esfuerzos toda la comunidad internacional se
puede hacer bastante. Los dominicanos, les regalamos una universidad, y les
apoyamos ante el terremoto que devastó el hermano país, les hemos apoyado en múltiples
áreas, pero hace falta que la comunidad internacional se involucre de una
manera responsable”. (LF).
Lo que podemos observar, es que muchos representantes de
diversos países solo hablan y critican pero no quieren ayudar efectivamente
este país. La inmigración es un derecho humano, es necesaria para el desarrollo
de los pueblos, pero debe hacerse con normas efectivas que puedan controlar la
identidad de las personas que viajan a otros países, más aún cuando no se tiene
un tratado de extradición, porque algunos delincuentes se aprovechan y cometen
delitos internacionales y luego vuelven a su país de origen como que no ha
pasado nada. Recientemente, una pareja dominicana fue asesinada y no pasó nada.
Que los dominicanos reclamemos la legalidad de la inmigración
de extranjeros no es xenofobia, aun así, existen casos extremos como lo
ocurrido en algunos pueblos de RD, que realmente se exceden del patriotismo y
pasan a violar los derechos humanos de las personas. Nadie tiene derecho a
tomar la justicia por sus propias manos. El Estado debe asumir su trabajo de
regular la inmigración, para que los ciudadanos no se sientan desprotegidos e
invadidos por extranjeros sin identidad que en algunos casos cometen delitos y
quedan libres como el viento que los lleva de regreso a casa.